HELLBLAZER: HABITOS PELIGROSOS
(Hellblazer 41 – 46)
Fecha de Publicación: Mayo – Octubre, 1991
Escritor: Garth Ennis
Dibujante: William Simpson
Reseña: Ñoño Cool
Es extraño que nadie a estas alturas no haya siquiera escuchado de John Constantine, protagonista de Hellblazer, una serie llena misticismo y demonología, humor del más negro, depravaciones varias, crítica política, social y religiosa, y muchos demonios, tanto reales salidos del infierno como los metafóricos nacidos de nuestros propios problemas diarios. John es sin duda uno de los personajes más fascinantes del tebeo, el mago londinense más sinvergüenza, egoísta, sarcástico, mentiroso y totalmente bastardo de todos los personajes que han pasado por las páginas de un comic; un ser despreciable, casi totalmente amoral y de valores cuestionables, cuyos métodos para salvarse el pellejo dañaban a quien sea confiase en él, y que usando engaños y su lengua afilada era capaz de poner hasta el mismo diablo de rodillas. Pero si no lo conoces, creo que “Hábitos Peligrosos” es uno de los arcos argumentales perfectos para introducirte al personaje y su mundo.
Esta historia es la primera que un “novato” (al menos en lo que a comic americano se refiere) Garth Ennis escribía para una serie de peso y prestigio, y tenía mucho que probar pues su antecesor era nada menos que Jamie Delano, uno de los escritores que había definido de mejor manera al petulante bastardo de John Constantine; así que si bien era un nombre a considerar en la industria británica trabajando en números del Juez Dredd, tenía que entregar algo de altísima calidad si quería hacer un nombre para sí mismo en la americana. ¿El resultado? Una de las mejores historias, sino la mejor, sobre el personaje y uno de los mejores trabajos de Ennis hasta la fecha.
La manera en como Garth logró tal cosa es que decidió enfrentar a John no contra los habituales peligros infernales o místicos, que ya eran una cosa demasiado común y manejable para nuestro protagonista, sino que una situación extrema muy distinta, más real y cotidiana, un peligro que no puedes vencer con magia, hechizos o vudú ninguno: Constantine está enfermo de cáncer de pulmón y es terminal, porque fumarse 20 o 30 cigarros al día puede dañar los pulmones hasta del más bastardo estafador mágico.
John ante esta noticia inmediatamente pierde la coraza de tipo duro que finge ser ante todo el mundo para caer en desesperación, demostrándonos que realmente bajo todo esa fachada de confianza, arrogancia e insensibilidad ante todo lo que causan sus acciones, se esconde uno de los tipos más inseguros y emocionalmente dañados que existen, que vive aplastado bajo el peso de la culpa por ser poco más y la muerte andante para todo quien confíe mínimamente en él. John puede engañar a todos pero nunca podrá engañarse a sí mismo, sabe que estos son sus últimos días de vida y sabe el daño que causó a su alrededor. Y aún así, ante toda esta revelación enorme sobre el estado mental y emocional del personaje Ennis no cae en un facilismo de cuento de hadas y presenta esto como “la historia de redención de John Constantine” (cosa que cualquier otro escritor de menor talento se sentiría completamente tentado a realizar) sino que todo lo contrario, hará todo lo posible por seguir tan podrido hasta el final de sus días, pues su pose de tipo duro es más importante que su propia alma y si bien está desesperado por ayuda, no le rogará a nadie por salvación, sino que así como ha engañado a todo demonio que se pasó por delante, va a engañar a su destino mintiendo, haciendo trampa y toda las hijoputadas que pueda ser capaz de lograr, y si se muere al menos será pataleando hasta el final.
Esto creará una situación de “tira y afloja” en la mente de nuestro protagonista. Alguien que ha luchado contra los seres sobrenaturales más poderosos del universo ahora será vencido por un simple y completamente mundano cáncer de pulmón. John agotará todas las alternativas posibles a su disposición para buscar una forma de superar este drama, mientras tiene que resignarse a la idea de que morirá inevitablemente no importa lo que haga o deje de hacer, enfrentando al John autodestructivo y depresivo que sabe merece su destino contra el John con un instinto de supervivencia casi superhumano que se niega a aceptarlo.
Dentro de las “opciones” para solucionar su problema o resignarse a su resultado final, se encuentran una serie de amigos nuevos y viejos quienes juegan un rol bastante crucial en todo el drama. Por el lado de la aceptación de su propia mortalidad tenemos a Matt, un anciano con cáncer terminal de hígado que ayuda a Constantine a entender de mejor manera la situación que afronta y se vuelve un sincero amigo para John, y esto humaniza mucho a nuestro malnacido favorito mientras comienza a revisar su pasado y sopesar sus errores y culpas. Además tenemos la introducción de Kitt, una dura mujer irlandesa (de la misma nacionalidad de Ennis, tal como Cassidy en Preacher.. ¿Garth siempre pone un irlandés en sus comics? Tarado de mí, no me había percatado) que será la compañera sentimental de John durante toda la etapa del escritor para Hellblazer.
Por el lado de la supervivencia y el engaño está Brendan Finn, otro mago con el que tenía una relación de vieja amistad. Esto da paso a uno de los mejores momentos en el arco (Este párrafo contiene SPOILERS, salten al siguiente si no quieren saber) pues Finn igual está muriendo y le cuenta que ha hecho un trato con el Diablo, le vendió su alma a cambio de la estúpida habilidad de transformar agua bendita en la mejor cerveza del mundo para lo cual usa velas, mientras estas estén encendidas el agua será licor. Por lo que ambos beben sin parar casi resignados a su suerte. Antes de morir Finn le dijo que arrogantemente le puso una cláusula a su trato, “el Diablo debería recogerle antes de las 12 del día de su muerte, de lo contrario, su alma iría al cielo” y el señor oscuro aceptó pues le pareció gracioso este intento de engañarle; luego de eso Brendan muere y aparece el Diablo a unos minutos antes de la media noche. Constantine le invita una cerveza, y con una sonrisa bastarda apaga las velas, la cerveza regresa a su estado normal y mientras el demonio grita de dolor, John rompe una botella y lo apuñala a lo bestia y le lanza al pozo del agua bendita, salvando el alma de su amigo y engañando por primera vez a quien sería su archienemigo de aquí en adelante.
Cuando están agotadas las posibilidades y John casi se ha resignado a morir como un hombre que haya hecho más bien que mal en el mundo, vemos que le queda una última chispa en él, y es cuando se juega su última carta donde se resalta un aspecto del personaje que es el favorito de muchos de sus fans: el lado embaucador. Con su vida en un hilo hace la cosa más arrogante e impresionante que jamás se haya visto, la estafa maestra por excelencia y con esto agarra a más de uno por sorpresa. El final de “Habitos Peligrosos” donde salva su pellejo y se sale con la suya es posiblemente la escena más recordada de todo Hellblazer; y lo mejor de todo es que una vez se ve libre de su predicamento mortal no tiene una epifanía a lo Ego, May Day o Ebenezer Scrooge, sino que sigue siendo el mismo bastardo arrogante que antes de todo sucediese, e incluso podríamos decir que ahora es un poco peor dado el resultado de su jugada final.
El dibujo viene de la mano de Will Simpson y a diferencia del guión que se lleva mis elogios, este aspecto me causa problemas al decir si es perfecto para este arco o simplemente una mediocridad. Claro, el mundo de Constantine es sucio, oscuro y asqueroso por lo que el estilo de esta colección retrata de gran manera este ambiente; pero por otro lado algunos de los paneles se enfocan en un solo personaje lucen muy mal, y la limitadísima paleta de colores juega en contra en más de una ocasión. Es un dibujo tan marchito, decadente y depresivo como la historia misma, pero aún así me queda la sensación de que se pudo hacer algo mucho mejor con esto con otro artista a cargo, me hubiese gustado ver este arco con el estilo de Sean Murphy por ejemplo.
Otro aspecto que me dejó ligeramente molesto con "Hábitos Peligrosos" no tiene nada que ver con el arco en si, sino que con su conexión con los números que lo precedían, concrétamente la historia del “Magus” que en “Hábitos Peligrosos” se menciona de pasada y nada más. Es un tema de continuidad olvidada más que nada, pero no sé si sea justo bajarle puntos a una historia como esta por un tema que es periférico a su gran contenido.
Como un todo “Hábitos Peligrosos” es una historia oscura, llena de humor negro, con giros inesperados, gran ejecución de conceptos, personajes secundarios memorables, y más que nada funciona como un gran estudio de personaje donde lo vemos enfrentar su propia mortalidad, explorando sus demonios internos y enfrentando los reales mientras lidia en una lucha moral, física y psicológica . Todos los elementos de una historia esencial de Constantine están presentes, su adicción al cigarro, manipulación de sus amigos, estafas a seres infernales o celestiales sin distinción, su amor por el punk, y su ya mencionada dualidad de ser autodestructivo/eterno sobreviviente.
Un comic que si bien no tiene el mejor dibujo del mundo, tiene una historia poderosa y muy entretenida que es de lo mejor que Garth Ennis ha escrito (todo su periodo con el personaje me gusta más que el trabajo hecho por Delano) y en lo personal lo encuentro mejor que Preacher. Totalmente recomendable para los seguidores del personaje, los lectores nuevos que quieran conocerlo y para aquellos que que busquen una veta diferente de los típicos comics de superhéroes de moral impecable.
9.2/10