DAREDEVIL - SEGUNDA TEMPORADA
Fecha de emisión: 18 de Marzo, 2016
Episodios: 13
Creador: Drew Goddard
Cadena televisiva: Netflix
Reseña: Ñoño Cool
Tanto en la reseña de Daredevil primera temporada así como la de Jessica Jones, hablé de lo arriesgado que fue ir totalmente en contra de la alegre y palomitera fórmula del MCU para dar pie a este rincón de Netflix, pero tal como hemos visto esta ha pagado al punto de ser el mejor material que el universo cinemático Marvel ha entregado. Explorando temas como corrupción, violaciones físicas y mentales, tragedia, dolor y violencia de muchas clases, y lo que significa ser un héroe en un mundo agonizando por la podredumbre en la que se encuentra en vez de brillantes hombres en trajes azules con escudo, martillos luminosos o armaduras relucientes, los dos de 5 shows planeados para la plataforma han cumplido con creces.
Esta continuación la serie del vigilante ciego sigue igual de intensamente dramática, explorando la psique de personajes torturados mentalmente y comprensibles a pesar de ser antagonistas, protagonistas o anti-héroes secundarios, en un ambiente sucio, crudo y más “realista” que en el cine – y lo pongo entre comillas porque se introduce ligero misticismo en esta temporada – donde no hay personaje que se quede en el tintero, sino que todos tienen su chance de brillar, plagada de escenas de acción de lujo, y siempre quemándose a fuego lento entre sombras y crueldad.
Esta vez la serie no tiene un enemigo central, un “jefe final” a derrotar, pues el Kingpin sigue en prisión; sino que en su lugar es reemplazado por dos antihéroes diseñados para empujar a Matt hacia sus límites morales y respeto por la vida humana. Mientras el tema de la primera temporada era un hombre tomando el manto de demonio para poder combatir fuego con fuego, los de la segunda es algo así como donde termina el demonio y comienza el hombre, si existe diferencia, cuando matar es necesario si es que lo es, y si el usar fuego como arma puede terminar con todos ardiendo.
Nuevamente desde el primer episodio golpea con fuerza y no para a lo largo de los 13 capítulos, siempre manteniéndose fiel a lo que es y entregándolo sin engaños, hay capítulos que podrían no considerarse tan sólidos como el resto, pero en general es imposible negar la solidez que presenta en todos los niveles.
Y gracias a que pertenece a la plataforma Netflix que cada vez más sigue sumando calidad así como cantidad en cuanto a programación, podemos ver todos los capítulos de un solo tirón, en lo que en inglés se conoce como “Bing-watching”. Los espectadores no tenemos que esperar semanas o meses para poder seguir viendo un episodio perdiéndonos un poco en la rutina del día a día y desconectándonos de lo que pasa en el show, sino que al tenerlos liberados desde un inicio no se pierde el “momentum”, por lo que la tensión, acción, adrenalina, sucesos, desarrollos y giros argumentales se sienten más frescos y llegan con muchísima más fuerza acumulándose uno tras otro. Mucho mejor formato que las series que dan en la tv común y corriente.
Charlie Cox como Matt Murdock/Daredevil sigue siendo la elección perfecta para el rol, un hombre torturado mental y emocionalmente que sacrifica su felicidad personal para poder salvar a una ciudad corrupta de sí misma, usando inteligencia, astucia y mucha fuerza bruta. El problema es que su cruzada en esta temporada se verá enfrentada a un dilema filosófico y moral que le hará cuestionar cuál es la línea que se supone existe en el trabajo de vigilante callejero; y también dañará su vida personal destruyendo las conexiones con sus amigos y aliados que le mantienen “humano” si se quiere en su identidad secreta.
Se nota mucho que las influencias de Frank Miller en el personaje están muy presentes, y Charlie Cox lo hace espectacular, es alguien que ya no puede o no quiere ver el lado bueno de las cosas, se ha sumido en la oscuridad al que su cruzada lo ha absorbido completamente, se hace más y más egoísta y adicto a esta faceta, ama ser un ser de oscuridad… y paradójicamente la repudia mientras se mueve en las sombra, siempre manteniendo esa luz interior que le da fuerza.
Es una actuación totalmente sólida y muy creíble, llena de carisma, puedes sentir el dilema por el cual pasa de manera visceral; Matt sin duda es un hombre dividido y puedes ver que cada una de sus facetas se sujeta a él con garras de acero candente y se niega a soltarlo, despedazándolo por dentro.
Para poder aumentar la tensión interna del alma de Murdock, es que llegarán dos personajes nuevos: PUNISHER interpretado por Jon Bernthal y ELEKTRA por Elodie Yung. Ambos estarán conectados a Matt tanto en su faceta como vigilante así como a su vida ajetreada como abogado. Ambos lo pondrán a prueba en distintas formas, y los dos son interpretados por grandes actores que están listos para llevar a los personajes en sus propios y tumultuosos arcos emocionales; ya que a pesar de ser recursos argumentales para hacer avanzar a Daredevil como persona y héroe, son personajes también en sí mismos y bastante bien construidos.
Punisher en esta serie es LEJOS la mejor versión live action del personaje a mi gusto, brutal, violento, sin remordimientos, cruel, decidido, virtualmente imparable e implacable, pero también alguien marcado por la tragedia y el dolor, una persona en permanente estado de duelo que revive las muertes de su familia en gráfico detalle. En sus adaptaciones fílmicas siempre se han ido por una u otra de las facetas, en vez de combinarlas como aquí, y por eso me gusta tanto.
Con él nos cuestionamos cuánto es el valor real de una vida humana, y si es que matar a la amenaza y cortarla de raíz es más efectivo y hace más bien que solo ponerlos en la cárcel y perpetuar el círculo. A pesar de ser una implacablemente fría máquina de matar se hace entendible y atrayente no solo desde el ángulo de “¡mira lo que hizo! ¡¡woooow pero que sangriento!!” sino que como personaje y desde el punto de vista humano y moral.
Tal como las promos mostraban, se adapta la historia clásica del Punisher de Garth Ennis “La Elección” con Daredevil encadenado y con una pistola con una sola bala amarrada a su mano; dándole la elección de matar al Punisher para salvar la vida de un criminal, o no hacer nada y dejar que el castigo llegue al culpable. Lo bueno es que hay suficientes cambios aquí y allá para que la historia resulte mejorada incluso de la vista en el comic, mientras ambos intercambian ideas sobre sus propias filosofías de justicia y “hacer las cosas a medias”, sobre si la redención es posible o siquiera merecida. A diferencia del comic donde dejaban a Punisher como quien tenía la razón y a Daredevil como un llorón, aquí ambos personajes tienen sólidos puntos de vista y dejan al espectador decidir con quién se queda.
E incluso Punisher tiene una línea que no cruzará a pesar de que por muchos momentos no parece que exista: el matar inocentes. En el show hace muchas cosas que te hacen dudar de su resolución y si realmente dice la verdad, pero también te hacen cuestionarte quien es él para decidir que vidas tienen o no valor, quien es o no inocente, y si lo que hace es o no lo correcto.
Elektra por su parte es algo diferente, no es alguien que a la fuerza se hizo un asesino, sino que una mujer que nació con una sed de sangre e impulso asesino que lucha por controlar. Es la única persona con la que Matt realmente se siente vivo ya que comparte su faceta de protector, pero ella constantemente lo empuja más y más a abstraerse en este mundo y dejar su vida normal de lado, e incluso a romper sus límites de maneras distintas al Punisher, pero con el mismo fin.
Entre ambos hay mucha tensión sexual y gran conexión, funcionan muy bien como dúo y Murdock incluso deja a sus amigos de lado en temas extremadamente importantes para ellos solo para tener más momentos de adrenalina con ella combatiendo ninjas. Y mientras Castle quiere convencer a Daredevil de que su manera es la correcta, él hace lo propio con Elektra para que ella pueda ser libre de tanta muerte.
Ella es la candidata perfecta para que Matt pruebe que la redención es posible, que la gente cambia, y que su manera de hacer justicia es la correcta en vez de la del Punisher, pero no será fácil, pues Elektra será alguien muy manipuladora, traicionera y que jugará muchas veces en contra de los intereses de Murdock. Elodie Yung en el rol es carismática y compleja sexy, letal y torturada, una Elektra tal como yo esperaba.
Para el resto del cast no tengo sino alabanzas. Foggy Nelson, que antes me parecía muy molesto y que me aburría, ahora se transformó en el dueño de alguno de los mejores momentos en el argumento, cuando tiene que salir airoso de situaciones imposibles en un juicio que no tiene chance de ganar, pero lo hace tan bien que todo parece indicar que podría incluso ganarlo contra toda expectativa. O cuando prueba su lealtad hacia su amigo yendo a límites insospechados para poder asegurarse de que esté bien y seguro.
La Karen Page de Deborah Ann Woll también se me hizo no solo empática y carismática, sino que alguien extremadamente valiente, que tomó el manto de Ben Urich y que ahora arriesga su cuello en más de una ocasión para poder hacer lo correcto o sacar la verdad a flote. Ella tal como Foggy es noble y virtuosa, con una personalidad fuerte e incansable y manejada de tal forma por la actriz y el guión mismo que no termina por caer empalagosamente buena, sino que alguien real y sincera.
Otros miembros del cast de la temporada anterior hacen su regreso como Scott Glenn en el rol de Stick, y Rosario Dawson como Claire, y demuestran que más allá de la trama y las escenas de acción, lo mejor de la serie son sus personajes. Daredevil podría haber sido una serie de acción brutal y con personajes “ok” nada más para poder hacer espacio entre golpizas, pero al final la violencia tan bien construida pasa a un segundo plano tras el diálogo y protagonistas.
Ahora, la acción por su parte es espectacular, superando a varias coreografías de la primera temporada y digna de The Raid en algunos momentos incluso. Hay una escena en particular que supera la tan aclamada lucha en el pasillo de la primera temporada, y es la que - SPOILER tiene ocasión partiendo por el techo hacia una larga y casi eterna escalera hasta el primer piso donde Daredevil se abre paso a duras penas luego de estar herido por el Punisher entre una banda de motoqueros con muy mal carácter. - SPOILER
Es una secuencia tensa, llena de pura y cruda intensidad que dura 10 minutos sin detenerse tan bien construida que podría llamarla la mejor escena de acción que ha salido de una serie de superhéroes a la fecha, así como de una serie de Netflix a la fecha. La manera en cómo la coreografía, los efectos prácticos, retoques digitales y trabajo de cámara la compusieron la hace una obra maestra en sí misma. De hecho toda la acción en cada capítulo es para aplaudir de pie, hermosamente puesta en escena, feroz, bestial y siempre llena de adrenalina, es prácticamente para hacer escuela en cuanto a cómo crear una escena de este tipo.
Ahora… y con el dolor de mi alma tengo que admitir que hay 2 problemas que pueden ser considerables con la acción en sí misma y molestar a algún espectador más exigente que yo. Primero es que si miras muchos episodios seguidos, las escenas donde Daredevil y Elektra luchan contra Ninjas pueden parecer todas iguales, con muy pocas diferentes en ellas a pesar de ser llamativas visualmente, se pierde la originalidad y sorpresa con ellas.
Y lo segundo… es otro SPOILER luego de que Stick le dice a Matt como rastrear a los ninjas en medio de una pelea, sus oponentes que antes eran duros como piedra, caen como hechos de cristal cuando la nueva estrategia le permitía saber donde se encontraban, no como golpearlos con más fuerza o eficiencia SPOILER y eso le restó credibilidad a la secuencia. Pero son cosas mínimas considerando el alto nivel del departamento de coreografías de lucha en la serie.
En cuanto a la estructura de la temporada, no hay ningún capítulo que esté demás o donde no pase algo importante para la trama general; no repite el formato de ir avanzando más y más en nivel de combate, armadura y evidencia para enfrentarse al jefe final en forma de Wilson Fisk al estilo clásico de los videojuegos o series de comics normales que funcionó excelente como introducción, sino que el jefe final no se muestra sino hasta un par de episodios antes del final, el guión nunca se trata sobre una batalla definitiva, sino que el show esta vez es casi más coral y se enfoca en los conflictos personales de cada miembro del cast más que otra cosa.
Esta vez no es caballero en armadura contra dragón en las sombras, no es un 1 vs 1, sino que se trata sobre Daredevil, Karen Page, Foggy Nelson, Frank Castle y Elektra Natchios, y todas las cosas que hacen y en el sitio en el que terminan antes de que los créditos finales comiencen a bajar. Y esto es tanto un pro como un contra. Esto porque la serie está contenida en pequeños arcos argumentales, todos geniales pero que no funcionan bien en conjunto tal como los creadores del show quisieran. Tenemos los 4 primeros magníficos episodios sobre el Punisher que son estelares sin duda, y luego Castle pasa a segundo plano y vamos con todo con Elektra, para que después Elektra quede en segundo plano y regresemos con fuerza otra vez con Frank, y así; con un juicio en la mezcla así como conexiones con la primera temporada metidas entre medio.
No existe la misma unidad argumental y sinergia en cuanto a la fluidez de la primera temporada que tenía una sola cosa en su plato y la desarrollaba unificadamente, aquí hay 2 arcos y en vez de funcionar cohesivamente, se elige desarrollarlos extensamente poniendo el pie en el freno para el otro. Si revisamos cada arco individualmente son casi perfectos, brillantemente creados a mi gusto, aunque el de Elektra sea el que ponga más semillas para las siguientes temporadas por sobre el de Punisher, ya que construyen grandes personajes y muestran una progresión natural en los hechos y no hacen la vista gorda con cosas que pasó en la temporada original del show; pero al sumarlos queda la sensación de que se pudo haber hecho una transición ligeramente más cohesiva… eso y hubieron dos giros sorpresas que adiviné 1 kilómetro atrás de que sucediesen.
Ya entre las cosas más acotadas podría decir que me gustó más el diseño de este traje rojo que el ridículo del final de la temporada pasada, y que hubieran prácticamente 0 conexiones al MCU, Daredevil no tiene que recaer en “Mírenme soy de Marvel!! Mírenme fans que soy de Marvel y conozco a Tony Stark!! Sino que a lo mucho menciona de paso a su serie hermana de Netflix y nada más. Se sostiene con méritos propios como algo independiente a pesar de pertenecer a un conjunto mucho más amplio.
El trabajo de dirección de cada capítulo es magnífico, quien sea que esté tras la cámara sabe bien lo que hace, lo mismo la edición, coreografías, planos, cambios de ángulos, juego de luz y sombra y más. Los capítulos lamentablemente ya no se sienten teniendo un sabor propio al mismo tiempo de formar parte de un todo en cuanto a técnica de dirección, pero no por eso dejan de ser joyitas televisivas.
El aspecto sonoro es algo digno de destacar también, ya nos habían demostrado antes que toda la ambientación está creada para enfatizar el audio en cada escena y así conectar más con nuestro ciego protagonista, pero aquí se hace incluso mejor diría yo, pues no solo puedes oír cada paso en la habitación, cada latido de un corazón o el impacto brutal de todos los golpes que vez en pantalla casi sintiendo el dolor que estos causan, sino que hasta la respiración de algunos personajes, movimiento de brazos y más.
Con sus pocos contras y muchos pros, Daredevil se sigue solidificando como la serie de comics de más calidad allá afuera, y creo que luego de terminar estos 13 episodios diría que le ha tomado bastante ventaja a sus competencias inmediatas. Personalmente ha superado a mi gusto a casi todos y cada uno de los productos del MCU también, exceptuando a “Capitán América: The Winter Soldier” con la que la pongo a la par. Si no la han visto ¿qué están esperando? Creo que para cualquier fanático del personaje, de los tebeos, o de la buena tv en general este es un “must see” encarecido.
9/10
Enlace Externo: Segunda Temporada Daredevil